Príncipe Harry y Meghan Markle son el dolor de cabeza de sus vecinos

Meghan Markle y el Príncipe Harry han dado de qué hablar desde su compromiso en 2017, y aunque la actriz no es la primera mujer en casarse con alguien de la realeza sin ser parte de ella, es una de las pocas que ha estado en el ojo público por desafiar los protocolos reales impuestos a través de generaciones.

El momento que marcó la historia fue cuando los duques de Sussex decidieron dejar a un lado sus responsabilidades para con la corona, con el objetivo de llevar una vida tranquila y ganar sus propios ingresos, fue así como a fines de marzo, dijeron adiós al Palacio de Buckingham y se mudaron a una lujosa casa en Los Ángeles.

La propiedad fue alquilada al comediante Tyler Perry, misma que se encuentra en una zona exclusiva en Beverly Hills y favorita de las celebridades, pues el lugar es muy apacible y tranquilo, algo que buscaban para su tranquilidad y la de su pequeño Archie de 13 meses.

Sin embargo, los vecinos de la pareja revelaron a la revista estadounidense “Star” que los Sussex no tienen contacto alguno que nadie de sus alrededores y que desde que llegaron, la tranquilidad del lugar desapareció por el asedio de los paparazis.

“La gente paga millones para vivir allí porque es hermoso, privado y pacífico, pero con Harry y Meghan alrededor, todo se convirtió en un caos total, con paparazzi, helicópteros, drones no tripulados volando por encima de sus cabezas”, reveló un residente del lugar.

Además, según comentaron, cada vez que la pareja sale a sus paseos diarios, no hacen contacto visual con absolutamente nadie, al igual que sus guardaespaldas no permiten que nadie se les acerque, esto habría generado incomodidad en la zona. “No son amigables en absoluto”, añadió la fuente.

Al parecer, Meghan y Harry mantienen en estricto privado lo que sucede con su familia, y esa sería la razón por la que no han puesto de su parte para entablar conversación alguna con sus vecinos.