Abuelitos se conocieron cuando tenían 100 años y decidieron unir sus vidas en matrimonio

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Para el amor no hay edad. Se conocieron cuando ambos habían cumplido más de 100 años y ahora están casados.

Si eres de las chicas que ya lleva algún tiempo soltera y que ha perdido la esperanza en el amor, pues luego de leer este artículo, recuperarás esa esperanza perdida y podrás entender que para el amor no hay edad y para casarse, menos. Este es el caso de dos personas que han esperado casi 100 años para conocerse y enamorarse.

La dulce historia de Phyllis y John Cook está dando la vuelta al mundo y hace que las personas todavía crean en el amor. John tiene 100 años y es veterano de la Segunda Guerra Mundial, mientras que Phyllis tiene 103. Ambos todavía siguen sintiendo mariposas en el estómago y suspirando el uno por el otro desde el día que se conocieron. Ambos ancianitos viven en Sylvania, Ohio (Estados Unidos), en una residencia para personas de la tercera edad, donde se inició el romance.

La química que desarrollaron ambos fue única e inevitable, pues prácticamente pasaban todo el tiempo juntos, algo que siguen haciendo hasta ahora. Aunque pareciera que todo fue apresurado, Phyllis y John ya llevaban un año de novios cuando decidieron unir sus vidas en matrimonio.

Además, la anciana detalló a un canal local: "Para decirte la verdad, nos enamoramos el uno del otro. Sé que piensas que puede ser un poco exagerado para alguien de nuestra edad, pero nos enamoramos el uno del otro".

Cuando John le propuso matrimonio a Phyllis, ella no pudo contener las ganas de decirle que sí. Durante esa semana, fueron al juzgado para pedir una cita para que un juez pueda casarlos, tal fue su sorpresa cuando les dijeron que podían hacerlo allí mismo, a lo que John dijo: “No era el plan, pero llegamos aquí y nos dijeron: 'podríamos casarlos aquí'. Y me dije, bien, hagámoslo".

Para buena suerte de la pareja, ambos comparten muchas cosas en común. Una de ellas es que esta sería la tercera vez que contraen nupcias y han enviudado dos veces de sus parejas. Por otro lado, la genética también ayudaría a que esta historia de amor tenga para muchos años más pues la madre de Phyllis vivió hasta los 106 años y aunque no piensan mudarse juntos y conservar cada uno su departamento en la residencia donde viven, planean pasar todo el tiempo posible en compañía del otro: durante las comidas, sentados en los bancos del parque, dando paseos con sus carritos eléctricos de movilidad, etc.

Así que, si todavía no has encontrado tu media naranja, tranquila, que tiene muchos años más para seguir creyendo en el amor.

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